La Pollera


Calificación: 4.0


Lo bueno de vivir en un país como el Perú (yo diría lo mejor) es la variedad de comidas que encuentras. Es muy posible que sea uno de los pocos lugares donde, sin importar a dónde vayas, encuentras un plato típico, algo que no puedes comer en ningún otro lugar. Los restaurantes que se dedican a ese tipo de comidas siempre tienen una ventaja desde el vamos, al menos eso creo yo. Pero luego están esos lugares que hacen lo opuesto. Y pienso, uno debe tener mucho coraje para meterse en un rubro en el que ya hay tantos y tantos competidores. Quizás por eso cuando sientes que alguien lo hace tan bien como en el caso de La Pollera, no puedes menos que alegrarte enormemente de saber que siempre quedan cosas por reinventar, que, sin importar cuántas pollerías haya en el Perú, puedes encontrar una que otra que te hace sentir como si estuvieras en un lugar único e irrepetible.


Esto de La Pollera fue un poco por accidente. Llegamos una noche a casa con ganas de pedirnos algo y en nuestra pollería usual no había delivery, sabrá Dios por qué. Entonces fue que recordamos el volante que nos había llegado unos días antes con la carta. Pedimos medio pollo con papas y estuvo realmente bien. Así que decidimos ir en los siguientes días.


Eso hicimos. Fuimos un día sábado a la hora de almuerzo. La primera impresión es genial, porque quien sea que haya hecho el trabajo de decoración ha tenido un criterio de lo más simpático. El lugar se siente cálido, divertido, envuelto en su propio concepto de lo que debería ser una pollería. La parrilla anda a la vista de todos en el primer piso y el segundo tiene una zona para niños de lo más amena. Hay que hacer también una mención especial a la atención, que solo puedo calificar de excelente. Y dicho eso, solo falta la comida.


Probamos de todo un poco. Desde los champignones a la parrilla (muy buenos y además a solo S/10,90) hasta la carne. El nivel está por encima del promedio en casi todos los platos. Pero sin duda, hay que hacerle un paréntesis muy especial a sus salchipapas del catalán, una especie de popurrí apoteósico: salchipapas clásico, chorizos, morcilla y huevo frito montado.


Lo que más gusto me da, es que es uno de esos lugares que sabes pueden convertirse en un punto recurrente. No calificaría los precios de baratos, pero definitivamente están lejos de ser caros. Pollerías hay muchas y de todo tipo, pero no sé si hay tantas a tener en cuenta cuando se trata de buscar más que solo un buen pollo. Quiero decir, cuando quieres que tu almuerzo sea una salida en familia, cuando tienes ganas de ese alguito más en la carta, o cuando simplemente quieres sentirte bien atendido.

¿Críticas? Yo diría que es casi todo lo buen restaurante que puede ser. Aunque, claro, al final del baile una pollería siempre será una pollería. Lo cual la hace irresistible algunas veces e impensable otras. Por otro lado, la carta no es muy amplia, cosa que me parece de lo más normal en un lugar nuevo. Habrá que ver cómo se comporta con el tiempo, pero, sin duda alguna, es un lugar de esos que se vuelven un comodín para tener en la lista de posibilidades cuando queremos algo seguro y confiable.


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Ficha técnica:
La Pollera
Avenida del Ejército 210, Miraflores
www.lapollera.pe
Delivery: 711-0000
Precios: S/13,50 el cuarto de pollo, 23 medio y 36 completo. Lo demás anda por ahí. El plato más caro es la parrillada criolla, a S/49.
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Manifiesto

Queremos hacer una única y definitiva afirmación: nos gusta tanto la comida como hablar sobre ella.

Y eso vamos a hacer.

Gloria al compadre.
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